Autorneto > Literatura > Crónicas . por bersoa15, May 11, 2008. Un desempleado en Colombia no tiene la menor posibilidad de acceder al más modesto trabajo, por el síndrome de tramitología a que lo somete el sistema de gobierno. El desempleado debe contar con ciertas reservas de dinero para sufragar trámites. Si a uno de esos 10 millones de colombianos sin trabajo 4 sin ningún empleo y 6 millones subempleados le favorece la suerte o tiene la mejor palanca con un político y le resulta un contrato de servicios, cuyo valor no supera los 800 mil o hasta un millón de pesos. Para acceder al mismo, o legalizarlo el favorecido debe contar con un capital que no lo tiene porque es un desempleado. Comienza la tortura. Ningún lector fuera de Colombia se imagina el desesperante e irrespetuoso acto que el Estado comete contra un humilde desempleado. Comenzar a efectuar tramites luego que lo notifiquen de un sencillo trabajo, es realmente denigrante, pues debe comenzar un tortuoso camino de trámites que se hace interminable. Ampliación aquí...>
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